JOTA MATEO | En la final del Europeo de Balonmano femenino, Noruega venció 28-25 a una España que estuvo muy cerca de alcanzar el oro. No pudo ser, pero estuvo muy cerca. Demasiado cerca. Sobre todo en una primera mitad en la que las Guerreras demostraron sus galones ante la todo poderosa Noruega, a quien llegaron a ir ganando por hasta cinco goles.
Pero el rival era Noruega y claro, el equipo nórdico es una especie de apisonadora que, poco a poco, va llevándose el partido hacia sus intereses, a base de minimizar sus errores y aprovechar los que el rival le regala.
Algo así le ocurrió a España. En una primera parte en la que por momentos arrolló a Noruega pero que acabó dejando con vida a su rival, acabó pagando sus errores, forzados por la mayor intensidad defensiva nórdica y una sobresaliente portería, y sucumbiendo en el partido, aunque nunca dejó de estar ahí, con opciones para llevarse el oro. No pudo ser, lo lucharon hasta el final, pero las escandinavas no concedieron el deseado regalo.
Es una plata dorada, muy muy dorada. Una medalla de plata en un Europeo es algo al alcance de muy pocos equipos y las Guerreras lo han vuelto a lograr, llegando a la final tras haber estado con la soga al cuello en un partido a vida o muerte frente a Dinamarca.
Los focos han alumbrado en el día de hoy con especial ahínco a Silvia Navarro (como siempre), a Carmen Martín (nombrada mejor extremo derecho del torneo) o a una inspiradísima Nerea Pena. Pero, de manera irrefutable, el foco ha de alumbrar a un equipo por encima de todas las cosas. España es eso, un equipo, donde todas suman, teniendo el colectivo su dosis de protagonismo por encima de los egos individuales. Este bloque está firmando la época más dorada de este deporte en el ámbito femenino y lo han vuelto a rubricar con una medalla al cuello.
Ahora llegarán las fotos, recepciones y demás agasajos, totalmente merecidos, para las Guerreras. Es fácil hacerlo cuando se ha visto que al cruzar la meta lo han hecho en segundo lugar, pero esperemos que no se quede ahí y sigan tratando con todo el respeto, cariño y atención mediática que este equipo merece. Son las Guerreras, una marca de moda en la pasarela deportiva en estos días y que, torneo tras torneo, con posiciones meritorias, se encargan de volver a la palestra mediática una y otra vez.
