JOTA MATEO | En el Europeo de Balonmano femenino, el panorama pintaba oscuro, casi negro para las selección de España tras la inesperada derrota frente a Rumaníaen una segunda parte para olvidar (sólo seis goles en 30 minutos), en la que, una vez más, los errores condenaron a las de Guerreras, tirando por la borda la magnífica primera parte en la que pudieron sentenciar el choque. Habían pasado de depender de sí mismas para acceder a semifinales a mirar otros resultados y esperar que los mismos acompañaran los intereses de las nuestras. Si Hungría ganaba a Dinamarca, adiós a las opciones de las de Dueñas, pero si por el contrario eran las nórdicas las que se imponían a las magiares, volvían a tenerlo en su mano.
Esta vez los otros resultados acompañaron a las nuestras y Dinamarca se impuso a Hungría por 23-20. Las anfitrionas eliminadas y España volviendo a depender de sí misma para luchar por los metales. Se enfrenta mañana a Dinamarca y si vence, estará en semifinales y acompañará a la ya clasificada Noruega.
Volverá a ser un partido de poder a poder y la clave radicará en saber qué España veremos, bien aquella en la que dominó sin compasión a Rumanía en la primera parte o bien aquella que se enfrascó en una concatenación de errores que le llevó al cataclismo, inmolándose en el marcador ante un rival que parecía netamente inferior. Todo depende de sí mismas. Si se reducen esos errores que tanto condenan a las Guerreras, las opciones de victoria crecerán exponencialmente, pero si vuelve la imprecisión al juego de las nuestras, Dinamarca será un hueso muy complicado de roer.
El partido será mañana miércoles a las 18:15 horas.
