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Fútbol femenino

Balones a Zornoza

Al fútbol se juega con los pies, pero estaremos todos de acuerdo en que la cabeza tiene también un papel fundamental en este deporte. Y no me refiero precisamente a aquello físico y tangible que tenemos sobre los hombros, y que bien puede servir para despejar un saque de esquina o para rematar una falta lateral, sino al don que permite a los grandes futbolistas tomar decisiones acertadas en apenas milésimas de segundo. Porque todo equipo, por mucho músculo y poderío físico que pueda tener, necesita un cerebro que piense en la mejor solución a cualquier problema que pueda ir surgiendo durante 90 minutos de juego. Que ponga la pausa cuando haya que controlar el partido, que imprima velocidad de nuevo cuando haya que revolucionarlo, en definitiva, una extensión del entrenador sobre el césped.

El cerebro de un equipo, por lo general, suele encontrarse en la zona medular. Es allí desde donde puede descongestionar una defensa presionada, ofreciendo soluciones en la salida del balón. Donde también deberá mover el esférico a derecha e izquierda, cuando sea el momento de bajarle las pulsaciones al encuentro y de retener la posesión. Y por supuesto, donde nacerán la mayor parte de las jugadas de peligro, en el instante en el que la cabeza pensante visualice cuál es la mejor vía para dañar al rival e inicie la tentativa.

El Levante 2020/21 tiene muchos nombres propios, pero un único cerebro. El conjunto granota está a punto de lograr el pasaporte para disputar la próxima edición de la Women’s Champions League, en lo que será el colofón a una grandísima temporada. Futbolistas como Rocío Gálvez, María Mendez, María Alharilla, Sandie Toletti, Alba Redondo o Esther González tienen mucho que ver con el éxito cosechado por el equipo dirigido por María Pry, pero para encontrar la brújula de esta plantilla debemos apuntar hacia otro dorsal.

Son ya 14 años en la élite, pero Claudia Zornoza mantiene intacto ese sexto sentido futbolístico que le ha permitido comandar el centro del campo de equipos como el C.F. Pozuelo de Alarcón, Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Real Sociedad, Valencia o Levante. En su tercera temporada en Buñol ha vuelto a colocar el listón muy arriba, demostrando que aquello de “lo difícil no es llegar a lo más alto, sino mantenerse” no es aplicable a su brillante carrera deportiva. Una trayectoria que puede adquirir todavía más notoriedad disputando competición europea, ya sea con la camiseta azulgrana o con la de algún pretendiente que intente hacerse con sus servicios en el próximo mercado estival.

La futbolista madrileña ha formado parte esta temporada de una plantilla de altísimo nivel. La calidad individual mostrada por el Levante y el fondo de armario del que ha dispuesto María Pry, mermado por las lesiones, han sido factores determinantes para lograr el objetivo fijado a inicio de campaña, pero para obtener logros en un deporte colectivo las dotes para dirigir, guiar y ejecutar son imprescindibles. Es ahí donde Claudia ha marcado la diferencia. En toda orquesta sinfónica hay músicos sobresalientes, pero muy probablemente, sin un director y su batuta, nada sonaría como debe sonar.

Las cifras no dejan lugar a dudas sobre la aportación de Claudia Zornoza a este “eurolevante”. Es la segunda jugadora con más minutos disputados de la plantilla, solo por detrás de Esther González. Y también la segunda máxima asistente del equipo, acumulando a día de hoy hasta 5 asistencias de gol a sus compañeras, sumando además un total de 29 titularidades en las 31 jornadas disputadas hasta el momento. Tan solo un esguince en el ligamento de la rodilla, allá por el mes de febrero, consiguió apartarla momentáneamente de un esquema de María Pry en el que es pieza clave.

Buscar a Claudia sobre el césped no deja de ser un recurso con un porcentaje bajísimo de error. Y es que tener a tu lado a quien toma decisiones acertadas en milésimas de segundo es jugar con ventaja. Si el rival presiona, te ahoga, se anticipa a tus acciones; balones a Zornoza. Cuando una defensa poblada te separa del gol, sin espacios por los que filtrar una asistencia, sin opciones de conectar con quienes tienen la pólvora; balones a Zornoza. Si el resultado es favorable, pero quieres evitar la reacción enemiga a través de la posesión; balones a Zornoza.

La temporada 2020/21 del Levante ha resultado para enmarcar. La de su dorsal nº 12 ídem de ídem. Al fútbol se juega con los pies, pero la visión de juego, el poder de reacción y la toma de decisiones se encuentran bastante más arriba. Y es que calidad en su zurda Claudia tiene para dar y repartir, pero son esos otros tres factores los que de verdad le permiten marcar la diferencia. Ahora es momento de que también Europa disfrute de esas cualidades.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: Imago

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