Australia y USA: reyes sin corona

De Rod Laver a Nick Kyrgios; de Pete Sampras a John Isner. De
comandar con mano de hierro el tenis mundial, repartiéndose entre
uno y otro país las Copa Davis, al desierto.

El deporte que probablemente le da mayor importancia a las
tradiciones ha dejado de ver a estadounidenses y a australianos en
las últimas rondas de los Grand Slam, y vemos como los europeos
copan el Top 10 de la ATP, con un único norteamericano (Jack Sock),
en una discreta octava posición.

Para encontrar al mejor australiano nos tenemos
que ir hasta la posición 14, con un Nick Kyrgios que lo mismo te
hace el partido de su vida para luego caer en las primeras rondas de
los torneos de mayor importancia. Y eso cuando no le da por ser
protagonista por asuntos extradeportivos; no en vano es uno de los
tenistas que acumula mayor número de multas del circuito.

Y es que la nómina histórica de tenistas de los
dos países es inabarcable: John McEnroe, Jimmy Connors, Jim Courier,
Arthur Ashe, y los más contemporáneos Pete Sampras, Agassi y el
último número 1 estadounidense: Andy Roddick. Eso fue hace 15 años;
Andy terminó 2003 como número 1, y no volvió a terminar una
temporada como número 1 por un tal Roger Federer. Un total de 32
Copa Davis para Estados Unidos.

En las antípodas tenemos a Rod Laver, Roy
Emerson, Newcombe, Rosewall y abandonando ya el blanco y negro, a
Rafter y su último número 1: Lleyton Hewitt. Curiosamente terminó
como número 1 en 2001 y 2002, para luego cederlo a Roddick.
Australia tiene 28 Copa Davis.

15 años de declive sin Copa Davis; la última que
ganó Estados Unidos fue en 2007, y la última australiana en 2003,
de falsas esperanzas como Bernard Tomic (más ocupado en contar sus
millones, como él mismo reconoció tras caer en la previa del Open
de Australia) o John Isner. Y 15 años sin un solo Grand Slam para
Australia o Estados Unidos; Roddick levantó el US Open en 2003 y,
desde entonces, el desierto.

El tenis, hoy, es europeo. Y parece que lo seguirá
siendo, al menos en el corto plazo.