Los ecos del 2014 vuelven a resonar en los oídos de cuerpo técnico, jugadores y aficionados del Atlético de Madrid. La voz se alza en las tertulias de televisión, en las encuestas de Twitter de programas ‘para todas las aficiones’ que se pagan con el dinero de los contribuyentes. ¡Qué mal juega el Atleti!
Entre voces, improperios y conversaciones de bar, la televisión se ha convertido en el principal foco de creación de opinión de tertulianos, expertos y ex jugadores que dicen alegremente ¡Qué mal juega el Atleti!, pero, ¿qué es jugar bien y qué es jugar mal?
Partiendo desde la única premisa, verdadera y real, en la que el fútbol gana el que marca más goles, jugar bien se ha adoctrinado en el subconsciente del aficionado al balompié como los equipos que tienen más balón, ya sea mareando al rival con un 70% de posesión horizontal o aquellos que utilizan el balón más que el rival para atacar. Lo que hace unos años era una situación trivial en las estadísticas, se ha convertido en objeto de estudio. Se merece ganar quien tiene más posesión, o eso nos quieren hacer ver. Ya no vale merecer ganar un partido por haber tenido más ocasiones de gol, tiros a puerta o acercamientos al área rival, ya somos esclavos de la posesión como único camino del bien.
Pero no, a mí por lo menos no me van a engañar, yo he visto un Atlético en Segunda División y una larga travesía por volver al lugar histórico durante casi una década, en cada uno de esos años, excepto en el año de Ferrando, la defensa del Atlético de Madrid fue lamentable, con más de 50 goles en contra en cada temporada, con la única luz de Fernando Torres en un equipo cada año más mediocre en el que nadie pudo devolver la consistencia necesaria al Atlético para volver a competir por algún título.
Por eso, para mí, aunque los gurús de las noches televisivas opinen lo contrario, jugar bien también es defender bien, y eso el Atlético de Madrid lo borda, o al menos lo intenta. Porque no se trata de tener al mejor portero del mundo bajo palos, sino que se trata de que ese portero intervenga lo menos posible, y que cuando intervenga evite el gol rival y consiga el objetivo de dejar la puerta a cero.
Si algo tiene que mejorar el Atlético es la transición defensa – ataque, hemos visto, principalmente otras temporada en las que el Atlético intentaba robar arriba para recorrer los menos metros posibles de cara a marcar gol. Esta temporada, el equipo es el más bajo de la época Simeone, pero también es el que menos goles encaja, y ahí están los resultados de la temporada, solo una derrota en 4 meses de competiciones ante el Chelsea y en el último minuto. Solo el grave traspiés en la Champions, la competición donde no se puede fallar, con un doble empate ante el Qarabag, un mal día en Roma y una derrota, merecida, en el último minuto dejó a los rojiblancos sin entrar entre los 16 mejores equipos de Europa, por lo que el excelente en este primer tramo de la temporada no se puede obtener. En enero llegará la Copa con Diego Costa y Vitolo, en febrero la Europa League, y conociendo a este equipo, se competirá cada partido, jugando bonito, sabiendo defender cada partido, cada metro del campo y enorgulleciendo a los aficionados, y no a los tertulianos del régimen.
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