En una nueva temporada impresionante de los de Simeone, que contaron con muchas caras nuevas y siempre en inferioridad (extrema) de presupuesto con Barça y Real Madrid, los rojiblancos acabaron el año con las manos vacías.
En Liga, donde luchó por el título hasta la penúltima jornada, acabó tercero. Pero la derrota más amarga fue en la final de la Champions, en unos penaltis ante el eterno rival que serán recordados eternamente. Sin embargo, nadie puede negarle a los rojiblancos el enorme mérito lo de que han hecho esta campaña.
Posición: 3º (88 puntos)
Balance: 28 victorias, 4 empates y 6 derrotas, 63 goles a favor, 18 en contra.
Dato: Jan Oblak igualó con 18 goles encajados el mejor registro en Primera División que ostentaba individualmente Liaño desde hacía 22 años.
El mejor: Antoine Griezmann. Ya es un crack con todas las de la ley. Cuando el Atlético no tuvo gol, sacó a relucir todo su arsenal para firmar la mejor temporada anotadora de su carrera. Cuando tuvo que liderar, lideró. Cuando tuvo que desatascar partidos imposibles, los desatascó. Y cuando tuvo que hacer soñar al Atlético, lo hizo. Uno de los mejores jugadores del mundo ahora mismo.
Máximo goleador: Antoine Griezmann (22 goles)
Once con más minutos: Oblak; Juanfran, Godín, Giménez, Filipe Luis; Gabi, Saúl, Koke, Carrasco; Griezmann, Fernando Torres.
Temporada: El Atlético empezó la Liga tambaleante. Ganó con sufrimiento a Las Palmas en casa (1-0) y contundentemente al Sevilla (0-3), pero perdió con el Barça y tres jornadas después con el Villarreal. El Benfica ganaba en el Calderón en Champions y el Real Madrid rascaba un empate en el mismo feudo.
Cuando parecía que había retomado el rumbo con tres victorias consecutivas, llegó el pinchazo de Riazor, con Giménez fallando gravemente en el gol del empate, obra de Lucas Pérez. El errático empate a cero en Astana ante un equipo kazajo no hizo más que hacer saltar las alarmas. En la jornada 10, los rojiblancos eran cuartos a cuatro puntos del líder, el Madrid.
Entonces, el Atlético cerró su puerta y se tragó la llave. Firmó cinco partidos oficiales seguidos sin encajar y cinco victorias consecutivas en Liga, además de clasificarse como primero de grupo para octavos de la Champions venciendo al Benfica en Da Luz. No solo se colocó colíder, sino que sumó 9 puntos más que el Madrid en ese tiempo.
La derrota en Málaga fue un imprevisto que se olvidó con facilidad. De nuevo tres victorias seguidas sin encajar gol hasta firmar un 0-0 ante el Sevilla. Un severo bache en enero alejó la Liga con la derrota ante el Barça en el Camp Nou y dio por pérdida la Copa con una impresionante victoria del Celta en el Calderón. Pese a ganar a Getafe y Éibar, un nuevo empate ante el Villarreal mermó las opciones colchoneras de seguir aspirando a revalidar el título de hace dos temporadas.
Pero como el Atlético nunca deja de creer, lo intentó hasta el final. En la jornada 30, estaba a 9 puntos del Barça. Tres jornadas después le habían empatado a puntos con tres victorias consecutivas y tres derrotas del rival, al que eliminaron en cuartos de final de la Champions.
Sin embargo, el Barça no volvió a pinchar y el golaverage particular estaba a su favor. No le hizo falta esa ventaja, pues el Atlético pinchó en la penúltima jornada ante un Levante ya descendido. En Champions derrotaba en semifinales a todo un Bayern Munich. Quedaba la final, ante el Real Madrid, 15 días después del final de Liga. El resto ya lo saben.