El Aston Villa no levanta cabeza y está abocado al descenso de seguir con esta mala racha que hunde cada día más al equipo. Los de Birmingham llevan 16 jornadas seguidas sin conocer la victoria y están a diez puntos de la salvación. Una situación insostenible que como no empiece a mejorar provocará, por primera vez desde 1987, la caída del club a segunda división.
El 8 de agosto comenzaba la temporada 2015-2016 para ‘los villanos’ que viajaban a Bournemouth para traerse el primer y el último triunfo hasta el momento. Pero fueron pasando las jornadas y el Aston Villa veía como se les escapaba la victoria en cada partido y poco a poco se iban hundiendo en el fondo de la clasificación. En Noviembre, los dirigentes del club llegan a la conclusión de que Tim Sherwood debe ser destituido. Rémi Garde es el elegido para sacar al equipo del atolladero y en su primer partido al frente de los de Birmingham logró sacar un empate ante el Manchester City, que en ese momento era el líder de la Premier League. Aquel partido supuso un atisbo de esperanza y devolvió la ilusión a los aficionados que soñaban con equipo más competitivo, con las ideas más claras y capaz de remontar su situación liguera.
Han pasado casi dos meses y el club, lejos de mejorar, ha continuado cosechando malos resultados. Estamos en la jornada 17 y el equipo solo lleva siete puntos. Lejos de los veinte que llevaba a estas alturas de la temporada pasada y de los dieciocho que llevaba en la temporada de su último descenso (1986-1987). El próximo sábado tendrán una nueva oportunidad de ganar en un día muy especial como es el ‘boxing day‘. Recibirán al Newcastle y quién sabe si ‘los villanos’ habrán pedido este año a Papa Noel una victoria. Más les vale haber sido buenos.