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Champions League

Así será la nueva Champions League

No habrá Superliga Europea. Al menos, por ahora. La idea de la UEFA de crear un torneo liguero solo para los grandes habría provocado un desbarajuste considerable en el día a día de los pequeños clubes, incapaces de conseguir buenos contratos de televisión y publicidad al no jugar el mismo torneo que Real Madrid o Barça.

Este hecho ha provocado que los grandes clubes, aquellos que se habrían beneficiado de la creación de la Superliga, hayan reculado en sus pretensiones, pero no sin algunas concesiones. Son estas:

  • Cuatro equipos directos de las grandes ligas. España, Inglaterra, Alemania e Italia contarán con cuatro equipos fijos en la Champions League a partir de 2018. Los tres primeros accederán directamente a la fase de grupos, mientras que el cuarto será elegido por los méritos realizados en Europa en los cinco años anteriores. Esto presenta dos consecuencias: Que si el Real Madrid, por ejemplo, acaba en octava posición en la Liga, lo más probable es que vaya a la máxima competición de clubes. Por contra, si un equipo de perfil más bajo cuaja una temporada sorprendente y acaba en cuarta posición, jamás accedería a la Liga de Campeones. La Real Sociedad o el Málaga, que fueron cuartos no hace muy poco, no habrían jugado siquiera una previa. Están vetados.
  • Menos equipos de las pequeñas ligas. El sistema implantado no hace mucho por Michel Platini, en el que equipos de ligas más modestas tenían más opciones de entrar en Champions, está a punto de llegar a su fin. Ahora, 16 de los 32 clubes que jugarán la fase de grupos son de las cuatro grandes ligas; Francia, Rusia y Portugal suman dos más cada uno, y entre cuatro y cinco plazas irían destinadas a las ligas de tercer nivel: Ucrania, Bélgica, Países Bajos, Turquía y Suiza. Las cinco o seis plazas sobrantes saldrían de un play-off entre el resto de ligas, donde participarían alrededor de 50 equipos.
  • Sorteos condicionantes. El objetivo de la UEFA es conseguir un 20% más de ingresos y aumentar los premios. Para ello, necesita más publicidad y más acuerdos millonarios con las televisiones. Por eso es imprescindible que haya más partidos de primer nivel en las últimas rondas. Así, se estudia que en eliminatorias tempranas como los octavos de final no puedan cruzarse grandes equipos, como ocurrió el pasado año con el Juventus-Bayern.

Es decir, la Champions League no se ha convertido en una Superliga Europea, pero casi. Entre 2018 y 2021 la máxima competición mundial se transforma en un coto privado en el que no hay sitio para los más humildes.

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