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Ancelotti y las bandas

La temporada del Napoli, virtualmente ya concluida, ha
viajado entre la fidelidad a los principios del juego de posición de Sarri y la
necesidad de evolucionar hacia una filosofía más híbrida. Ha sido un leit motiv
que ha acompañado tanto las opiniones sobre los partenopeos como la acción
sobre el campo. Y en el terreno de juego, Ancelotti, lejos de ser el dinosaurio
de los banquillos que muchos pronosticaban, ha sabido sabiamente dosificar las
modificaciones, pero ha realizado también un proceso de cambios, entre
soluciones a medio-largo plazo -una línea defensiva más baja- como otras
puntuales -como la defensa a tres contra el Liverpool-.

Entre los jugadores y los roles más cambiados, están sin
duda los jugadores de banda. Tras la venta de Jorginho y el fracaso al adaptar
al capitán Hamsik en su rol, Ancelotti viró hacia un mediocampo a dos, apoyado
por dos interiores en línea. La novedad más interesante es la función de sus
laterales, ya que su posición ha sido una novedad contrapuesta a los años de
Sarri.

Al inicio, Ancelotti había probado a Fabián y Zielinski en
las bandas del 4-4-2, definidos por muchos comentaristas como ‘falsos
extremos’, ya que ambos se centraban para recibir y conducir el balón, siguiendo
la línea de los falsos laterales de Guardiola. Mérito total de Ancelotti como
generador de una gran fluidez posicional para facilitar las recepciones entre
líneas. Con movimientos a menudo complementarios respecto a los delanteros
-Milik e Insigne-, se liberaban alternadamente en la recepción ante portería,
aprovechando la superioridad posicional creada. El objetivo secundario de su
posición cerrada era animar al lateral rival a seguirles para abrir los
carriles para los laterales, muy abiertos y altos. Además, Fabián aseguraba una
gran presencia física y Zielinski podía amenazar con el tiro prácticamente
desde cualquier posición. Algunos han descrito esta situación como un sistema
similar al 4-2-2-2, afamado por la selección de Brasil en 1970.

Si en la primera parte de la temporada Ancelotti varió
fácilmente entre varios sistemas 3-5-2, 4-3-3, 4-2-3-1, 3-2-4-1-, desde que
Hamsik se fue a China el técnico se ha desviado con decisión hacia el 4-4-2.
Unido a la explosión de Fabián, ya habitual en esa posición de interior, el
único ‘falso extremo’ que quedaba era Zielinski. Por otro lado, Callejón ha
interpretado el rol de manera más tradicional, usando la verticalidad para
llegar más al corazón del área.

También es interesante reflexionar sobre la aportación y
colocación de los suplentes en el 4-4-2 de Ancelotti. Cuando han tenido
minutos, Verdi y Ounas han jugado solo en banda del mediocampo, pese a su
vocación ofensiva y su pasado como segundos delanteros. En especial, Verdi ha
seguido mostrando esas internadas hacia el centro que han caracterizado la
aportación de Zielinski -zurdo como el italiano, pero esencialmente
ambidiestro-. Ounas, sin embargo, desde la derecha, ha replicado las consignas
tácticas de inicio de temporada, centrándose para dejar espacio al lateral. No
es casualidad que tras él siempre haya jugado Malcuit, más ofensivo que Hysaj.

Esta tendencia ha acompañado a Ancelotti hasta el final de
la temporada y los resultados conseguidos en el campeonato -donde ha
consolidado el segundo puesto -parecen confirmar el acierto del juicio. ¿Se
moverá el mercado del club en esta dirección? Se puede afirmar que, entre las
novedades implementadas por Ancelotti, se encuentra sin duda el elevado grado
de experimentaciones tácticas, un aspecto del antiguo entrenador del Real
Madrid que muchos habían infravalorado. 

Roma (IT), 1989 | No es périodista, pero compensa con la pasión por el juego. Análisis tácticos, contribuciónes y opiniones sobre lo que pasa dentro del campo.

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