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Ampliar las plantillas del All-Star Game

En la NBA hay una historia que se repite cada año en febrero. Siempre. Nunca falla. Hablamos de la “polémica” sobre los seleccionados para el All-Star de turno. No es tanto quién ha entrado, sino quién se ha quedado fuera. Todos los años hay jugadores mosqueados por su ausencia del partido de las estrellas. La solución a este problema parece sencilla: ampliar el número de plazas.

El debate sobre una ampliación de los rosters del All-Star tiene ya sus años. En 2013 LeBron James tuiteó que él siempre ha sido partidario de plantillas de quince jugadores. Dos años después el comisionado Adam Silver declaró estar a favor de aumentar las plazas. Sin embargo, a fecha de 2021 los cupos siguen siendo los mismos.

Si no hay lesiones de por medio, los equipos All-Star son dos plantillas de doce jugadores cada una. Esto lleva siendo así desde finales de los sesenta. El único cambio de esta configuración se produjo en 2019, cuando Adam Silver otorgó una plaza especial en Charlotte a Dirk Nowitzki y Dwyane Wade, dos leyendas que se retiraban al término de esa temporada.

Aunque el nivel competitivo del partido del domingo por lo general ha ido a menos cada año (las excepciones son contadas) y muchas veces el fin de semana de las estrellas dé la sensación de “molestar”, todos quieren figurar en las listas finales del All-Star Game. Mas allá de engordar el currículum, hay mucho dinero en juego. Y no sólo el que da la NBA por estar en el partido en sí. No ser nombrado all-star puede suponer dejar de ganar más de un millón de dólares en bonificaciones, dependiendo del contrato firmado por el jugador.

¿Por qué la NBA sigue sin dar más cupos? Tal vez haya reticencias a que los propietarios tengan que soltar más pasta o tal vez sea por miedo a devaluar la condición de All-Star. Para empezar, no habría por qué ampliar tres plazas de golpe. Y no es menos cierto que las franquicias verían compensados esos gastos con la publicidad que da tener all-stars en nómina (mejor uno que dos, dos que tres, y así sucesivamente). Y de paso, los equipos de mercados pequeños y medianos acabarían con la falta de reconocimiento que muchas veces sufren cuando, aún despuntando, parece que no pueden tener más de uno o dos jugadores seleccionados.

Aumentar el número de plazas del All-Star puede que no acabe al 100% con las ausencias controvertidas, pero a la larga evitará que se repitan casos de jugadores que son o han sido muy importantes en la liga… con cero presencias en el partido de las estrellas. Véase Lamar Odom, Cedric Maxwell o Mike Conley, entre muchos otros.

Imagen de cabecera: Stacy Revere/Getty Images

Periodismo UCM. NBA en @SpheraSports y Sporting en La Voz de Asturias (@sporting1905).

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