Alexander Zverev se ha proclamado campeón del Masters 1000 de Roma tras vencer a Djokovic en dos parciales. En su primera final de esta categoría no le tembló el pulso. Ya en el primer juego lograba quebrar el saque del balcánico. Los grandes jugadores están hechos de una pasta distinta y se crecen en los momentos importantes. Eso puede que explique que el alemán en ningún momento ha tenido dudas.
Hay jugadores que basta con verles una vez para saber que darán que hablar en el futuro. Con Alexander Zverev me ocurrió eso. La primera vez que le vi en una pista de tenis, fue en marzo del año pasado. Reconozco que, en aquel instante, no había oído hablar de él. El partido era en Indian Wells y su oponente, un tal Rafa Nadal. En aquel encuentro marró una bola de partido pero demostraba que, casi estrenando la mayoría de edad, ya podía pelear contra los mejores tenistas. Desde entonces, me apunté su nombre en mayúsculas.
Si la temporada pasada fue la de la toma de contacto de la exigencia del circuito tenístico, esta campaña está siendo la de su consagración. En los pocos meses que llevamos de curso, ya ha levantado tres trofeos, que se unen a la copa que ganó en 2016. De hecho este año, además de a Djokovic, ha vencido a Wawrinka, Raonic o Berdych.
Para el que no le conozca, nació en Alemania el 20 de abril de 1997. A su revés a dos manos le quedan muchos artículos y portadas que cubrir porque es su golpe diferencial. “Sascha”, al que entrena su padre, ya ocupa un puesto en el top 10 de la ATP. Algún día estará en el primer escalón del tenis mundial.
Cuando se debate sobre el futuro del tenis actualmente, hay dos nombres que destacan por encima de todos, Nick Kyrgios y el propio Zverev. Si tuviera que decantarme por uno sería Zverev. En tal afirmación no hay ningún tipo de ventajismo porque es algo que vengo defendiendo desde hace tiempo. Kyrgios, que gana 2-0 en el duelo particular, aún no es consciente de todo su potencial mientras que Alexander cada día muestra un mayor afán competitivo y parece tener mucha mejor mentalidad para asentarse.
Hoy toca escribir, hablar y leer sobre Zverev y su primer Masters 1000. Más pronto que tarde, será momento de narrar que ha logrado un Grand Slam. Con sólo 20 años, tiene un futuro, muy ilusionante, por delante. Crucemos los dedos para que no se estropee.
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