Si el Barça quiere contar con un banquillo competitivo lo primero que tiene que hacer es asegurarse la continuidad de sus mejores cartas alternativas. Aleix Vidal y Arda Turan, llegados en verano, y Denis Suárez, cedido en Villarreal, son tres jugadores que deben darle un plus de calidad al equipo la temporada que viene.
Muchos creen que Aleix y Arda no deben seguir en el Barça porque no han demostrado todo su potencial. Es cierto. Pero también lo es que se pasaron seis meses sin competir y lo que, en un principio, parecía una ventaja, puesto que aportarían frescura, al final ha terminado siendo perjudicial para el equipo. Les ha faltado ritmo competitivo y Luis Enrique se ha visto obligado a tener que jugar siempre con los mismos. La temporada que viene se espera que den un paso adelante: Aleix puede ser un comodín para la banda derecha y Arda, intentar hacer la labor de Xavi.
El caso de Denis Suárez es diferente. Su potencial es innegable y en el Villarreal ha quedado de manifiesto. Por ello, volverá. Junto con Rafinha ha de aportar frescura y desparpajo a un medio campo plagado de talento y experiencia. El gallego, además, también puede aportar en ataque, en concreto, en la posición de Neymar. La ‘MSN’ ha llegado exhausta a final de temporada, por lo que la temporada que viene deberá rotar si quiere rendir en los momentos cumbre.
Aleix, Arda y Denis aportan polivalencia y alternativas a un once de gala que ha demostrado poder superar a cualquiera cuando está al 100%. Si a ello le sumas Ter Stegen/Bravo, Mathieu, Mascherano/central fichado, Rafinha, Roberto, Munir y otro delantero fichado, al Barça le queda, en principio, un banquillo de garantías. De hecho, lo único que faltaría sería la incorporación de un lateral izquierdo joven que diese descanso, cuando fuera necesario, a Alba, aunque ese trabajo también podrían realizarlo Aleix o Roberto. Robert tiene faena.
