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Fútbol Internacional

Adiós al patriarca de la FIFA

El histórico ex presidente de la FIFA Joao Havelange murió hoy a los 100 años de edad, según confirmó a la agencia dpa una portavoz del hospital Samaritano de Río de Janeiro, donde el ex funcionario brasileño estaba internado desde hacía días.

Havelange sufría una neumonía, según medios locales. El antiguo poderoso jerarca de la FIFA, que había cumplido un siglo de vida tres meses atrás, tenía desde hacía tiempo frecuentes problemas de salud que lo habían llevado al hospital unas cinco veces desde 2012.

El cuestionado ex dirigente y ex deportista brasileño dirigió al ente rector del fútbol mundial durante casi un cuarto de siglo entre 1974 y 1998, y convirtió al organismo en una poderosa maquinaria de hacer dinero durante esos 24 años.

Havelange vivía retirado de los focos públicos desde hacía años, con su imagen hecha añicos por acusaciones de corrupción. El ex funcionario brasileño de origen belga era acusado entre otras cosas de recibir sobornos de la desaparecida firma de marketing deportivo ISL, que pagó presuntamente unos 100 millones de dólares a altos dirigentes, entre ellos a Havelange.

El sudamericano, que participó de forma destacada en la campaña para la concesión de los actuales Juegos a Río de Janeiro, fue también miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) entre 1963 y 2011.

Como deportista, Havelange participó dos veces en unos Juegos Olímpicos, primero como nadador en Berlín 1936 y en Helsinki 1952 como jugador de waterpolo.

La imagen del brasileño, cuya influencia como poderoso dirigente deportivo alcanzaba incluso al mundo de la política, se había empezado a hundir en la década de 2000 a raíz de una investigación que apuntaba a él por la trama corrupta en torno a la firma ISL.

Hasta que entregó el poder en 1998 a su delfín, el suizo Joseph Blatter -hoy también caído en desgracia-, Havelange gozaba de prestigio por haber sido el hombre que convirtió a la antes modesta FIFA en una «máquina de hacer dinero» a nivel planetario.

El organismo creció bajo su mandato hasta tener a más de 200 países afiliados, más que la ONU, e hizo de los Mundiales de fútbol un evento mundial de ingresos millonarios por derechos televisivos y de patrocinio, ampliando el torneo que se celebra cada cuatro años primero de 16 a 24 y finalmente a 32 participantes.

Con Havelange, sin embargo, la FIFA se convirtió también en un red de estructuras y jerifaltes corruptos a nivel global, según las investigaciones de los últimos años.

El ex funcionario brasileño dimitió en 2011 oficialmente «por motivos de salud» también como miembro del COI, acuciado entonces por las pesquisas de corrupción. Dos años después dejó también su cargo de presidente de honor de la FIFA.

En los últimos tiempos al otrora todopoderoso jerarca del balompié ya no se le veía en público debido a su salud delicada, aunque también parecía evitar los focos por las acusaciones en su contra.

En 2009 el brasileño hijo de un inmigrante belga abogó en Copenhague todavía en un emotivo discurso por la concesión de los Juegos Olímpicos de 2016 a su ciudad natal, Río de Janeiro.

«Los invito a disfrutar en 2016, en mi ciudad, de los Juegos y de mi centésimo cumpleaños«, dijo entonces Havelange, que cumplió los 100 años el pasado 8 de mayo.

El brasileño llegó a ver el arranque de los primeros Juegos celebrados en Sudamérica ya sólo enfermo y postrado en una cama.

(DPA)

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