En el Real Madrid todo va sobre ruedas. Incluso en los días complicados termina ganando, algo que normalmente ha hecho durante toda su historia pero que está siendo especialmente claro en este 2022. Con su triunfo ante el Sevilla, los blancos han igualado el mejor arranque de la historia de LaLiga tras 11 jornadas: 10 victorias y 1 empate, unos registros que solo han logrado 5 equipos desde la temporada 1928-29 (Barcelona 2013/14, 2017/18 y 2012/13 y Real Madrid 1991/92 y 1968/69).
Es muy significativo que el conjunto blanco haya logrado estos números sin la necesidad de Courtois y Benzema, dos jugadores que brillaron como ningunos en la pasada temporada y sostuvieron al equipo en los malos momentos. El centro de la zaga es aún más potente con el fichaje de Rüdiger, Militao sigue creciendo y liderando, Tchouaméni ha llegado este verano pero parece que lleve toda la vida en el Real Madrid, Valverde y Rodrygo han terminado de explotar y Vinícius está manteniendo el gran salto que dio la pasada campaña.
Sin el nivel de las piezas del Real Madrid, este arranque no sería posible. Hablamos de jugadores que decantan partidos por sus condiciones técnicas y físicas, y eso no lo pueden decir muchos equipos en Europa. Sin embargo, tampoco sería posible sin el estado de felicidad en el que lleva instalado el club blanco desde hace meses. La confianza con la que compite y la determinación con la que lleva a cabo su plan tiene incluso más peso que lo meramente futbolístico, algo que debe servir para ensalzar la figura de Ancelotti y, por supuesto, el momento del proyecto. Estamos en octubre, esta será una temporada atípica por el Mundial y los títulos se deciden en abril y mayo, pero la sensación es que este Real Madrid tiene más mimbres que el que logró el doblete la pasada temporada. Ahí es nada.
