El Saski Baskonia no está pasando por uno de sus mejores momentos. Con seis derrotas en ocho partidos, el equipo vitoriano vive una de las mayores crisis de su historia, y la estrepitosa caída ante el Valencia en Euroliga (63-80) provocó que Pablo Prigioni anunciara su dimisión en rueda de prensa.
«Me siento bastante frustrado por no estar cubriendo las expectativas que puso el club sobre mi. Voy a disculparme y a pedir disculpas a la afición por no ser capaz de ayudar a estos jugadores a jugar al baloncesto«, declaró el técnico argentino.
Sus jugadores, sin embargo, no están dispuestos a aceptar su marcha. Dos de los pesos pesados del equipo, Tornike Shengelia y Marcelinho Huertas asumieron responsabilidad en la terrible racha de resultados: «No es culpa del entrenador que no bajemos el puto culo y no defendamos, que no cerremos el rebote y que no hagamos bien el trabajo; es culpa nuestra y ya está», dijo el ala-pívot georgiano.
El propio Shengelia anunció que hablarían con Prigioni para que cambiara su decisión, y en la mañana de este jueves, un día antes del viaje a Alemania para enfrentarse al Brose Bamberg, varios miembros de la plantilla ha acudido a la casa del míster para pedirle que vuelva.
Antes de partir a Alemania, a las 10 de la mañana, algunos jugadores de Baskonia han ido a casa de Prigioni para que volviera #PorWhattsapppic.twitter.com/PW5KJqfQ3G
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