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La crisis de las inferiores argentinas: ¿cómo reestructurar la Selección juvenil?

El nuevo año trae muchas ilusiones para el fútbol argentino: la Copa América Centenario y los Juegos Olímpicos son los platos principales que serán secundados por el campeonato local, la Copa Libertadores y la Sudamericana.

Sin embargo, hay un área que solamente aparece en la órbita popular cuando llega un Sudamericano o un Mundial, pero que viene atravesando una larga crisis: el fútbol juvenil.

El 2007 fue un año clave para las Selecciones menores, ya que se decidió cambiar de rumbo y abandonar el proyecto comenzado por José Pékerman y continuado por Francisco Ferraro y Hugo Tocalli (en el cual se obtuvieron 5 campeonatos mundiales Sub – 20) y se le dio la tan reclamada chance a la “Generación del ‘86”, compuesta por los jugadores que habían ganado el Mundial de mayores en México, y que ahora se encuentran dirigiendo.

En el medio pasaron Sergio Batista (no clasificó al Mundial 2009), Walter Perazzo (llegó a 4tos de final en el 2011), Marcelo Trobbiani (no clasificó al del 2013) y Humberto Grondona (quedó afuera en fase de grupos del 2015).

Se desaprovechó una camada de jugadores con presente europeo como Ángel Correa, Luciano Vietto, Manuel Lanzini, Matías Kranevitter, Eduardo Salvio, Cristian Gaitán y Sergio Araujo, y otros que seguramente en el corto plazo se destacarán en las mejores ligas del mundo, como Emanuel Mammana y Adrián Cubas.

Como si fuera poco, no se clasificó a los Juegos Olímpicos 2012 (donde Argentina buscaba obtener su tercera medalla de oro consecutiva) y la Selección Sub – 17 viene acumulando fracasos estrepitosos en los mundiales, que se cerró con un último puesto en la fase de grupos de Chile 2015, donde se perdieron todos los partidos, ante Alemania, México y Australia.

Por eso, la reestructuración de las juveniles debe ser uno de las prioridades del nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. Pero, ¿qué es lo primero que se debe hacer?

“Sin dudas, juntarse con gente idónea, de experiencia y conformar un proyecto que se debe realizar consultando, hablando y discutiendo con personas que en su momento fueron exitosas (como Pekerman) para armar un nuevo proyecto en AFA”, remarca Fabio Radaelli, hasta hace unos días coordinador de inferiores de Racing Club (una de las canteras más importantes de Argentina).

En un país sumamente dividido, el fútbol no es la excepción, y el primer interrogante que deberán plantearse las nuevas autoridades (cuando las haya) debería ser: ¿nos adaptamos nosotros al pensamiento del entrenador de la Selección mayor en el cual confiamos, o él debe ser la cabeza de la reestructuración?

Ese punto, ni los especialistas pueden resolverlo: “Debería estar a cargo de la AFA y los profesionales adaptarse al proyecto deportivo planteado”, agrega Radaelli, aunque rápidamente aparece Fernando Signorini (ex preparador físico de Maradona y Messi, y con largos años trabajando dentro de la Selección) para contradecirlo: “Los que toman las decisiones no saben de fútbol. Los puestos claves deben ser ocupados por expertos que sean los brazos ejecutores de los dirigentes, y que ellos elijan a los entrenadores, a los que ellos mismos deberían estar asesorando”.

El punto medio lo establece Hugo Tocalli, DT campeón mundial Sub 20 en Canadá 2007: “La reestructuración la deben encabezar tanto dirigentes como técnicos. Tiene que ser algo consensuado, como se hizo en algún momento… eso también ayudó al éxito”.

Puede haber diferencias en el cómo, pero los tres referentes consultados están de acuerdo en algo: la idoneidad y la experiencia que deben tener los que se pongan al frente de este nuevo proyecto, tanto en el ámbito futbolístico como educacional.

Bielsa, Menotti, Valdano y Gabriel Milito son algunos de los nombres en los que los tres coincidieron. Personas que demostraron, en mayor o menor medida, que pueden formar juveniles en lo futbolístico y lo personal.

El perfil de los entrenadores y del cuerpo técnico debe ser el de profesionales con vocación, docentes, donde haya una interrelación entre los formadores de Selección y  los de los equipos del fútbol argentino e internacional”, explica Radaelli.

Signorini va un paso más y apunta a la falta de conocimiento en formación que tienen los actuales entrenadores: “Los que dirigen inferiores no están preparados para su función, entonces no importa si cumplen o no con su función de ver y conocer a los juveniles del país. Acá jugamos a cualquier cosa, principalmente, por el miedo a no perder, por la necesidad de ganar de cualquier manera. Entonces, además de no evolucionar futbolísticamente, llevás al chico por mal camino en el aspecto humano, y eso es lo que no se puede perdonar”.

Cuerpo técnico Sub - 20 con Pekerman a la cabeza

Cuerpo técnico Sub – 20 con Pekerman a la cabeza

En un mercado donde vender es más importante que formar, el apuro por armar jugadores rentables termina jugando en contra al aspecto personal de los juveniles. Eso sucede a menudo y, lejos de ser motivo de preocupación para las diferentes conducciones, es provocado por ellos.

Por ejemplo, el título que obtuvo la Argentina Sub-17 en el Sudamericano 2013 se vio manchado por la actitud de los chicos en el empate 3-3 ante Uruguay, donde los argentinos se burlaron e insultaron al rival tanto dentro como fuera de la cancha y donde su entrenador, Humberto Grondona, patentó la desafortunada frase: “Yo quiero ir al Mundial, que el premio por juego limpio lo gane Ecuador”.

Lo que hay que reestructurar es la organización del fútbol argentino. Para mí se tienen que ir todos los de la AFA. El estado de las cosas es deprimente y es culpa de los dirigentes que ahora buscan ir rotando de puestos, pero que nunca hacen nada para mejorar”, cierra Signorini. Y parece no estar equivocado.

Buenos Aires, 1990. Periodista deportivo. Apasionado del fútbol y la táctica. Aprendiendo y analizando constantemente. Bielsista. Soñando con dirigir. Blog: matinavarrogarcia.wordpress.com

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