Los 20 autogoles registrados en un partido de hockey sobre hielo en su versión bandy generó un escándalo en el deporte ruso. El choque disputado en la ciudad de Arcángel, en el norte del país, terminó con resultado de 11-9. El equipo local, el Vodnik, entregó así la victoria al Baikal-Energiya, de Irkutsk. El comportamiento de ambos conjuntos generó indignación en el deporte. El diario ‘Sport-Ekspress’ habló de un «suicidio del hockey ruso» y exigió una suspensión de por vida para todos los implicados.
La Federación, sin embargo, decidió únicamente la repetición del partido, informó la agencia Interfax. El escandaloso partido era parte de la Liga rusa de hockey sobre hielo con pelota, una modalidad que se disputa con once jugadores por equipo en un campo de juego más grande. También conocida como bandy, esta disciplina está extendida sobre todo en Escandinavia y en las antiguas repúblicas soviéticas.
Según especulan medios de prensa, el motivo de la manipulación era la situación en la tabla de cara a los playoff, donde ambos equipos buscaban con el resultado un rival más asequible en la siguiente ronda. En el Vodnik, el jugador Oleg Pivovarov fue el autor de los once goles en su propio arco. Los escándalos son múltiples desde hace años en la federación rusa de bandy presidida por Boris Skrynnik, escribió ‘Sport-Ekspress’. El interés del público por el deporte, en otros tiempos muy popular, ha descendido claramente.
