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El día que los Warriors se quedaron con cinco jugadores

Hoy los Golden State Warriors son un equipo de leyenda; han ganado dos anillos, firmado la mejor temporada regular de la historia (73-9) y tienen un equipo plagado de estrellas para seguir haciendo historia. Pero no hace tanto eran uno de los peores equipos de la NBA, en la temporada 2009/10, y fueron protagonistas de uno de los capítulos más rocambolescos jamás vistos en la liga.

14 de abril de 2010. Último partido de la temporada. Portland Trail Blazers (6º) vs Golden State Warriors (13º). Fue una campaña terrible en lo que a lesiones se refiere y el conjunto californiano solo disponía de seis jugadores sanos: Steph Curry, Monta Ellis, Anthony Tolliver, Reggie Williams, Chris Hunter y Devean George pero para cumplir con la reglamentación tuvieron que sentarse en el banquillo dos jugadores lesionados: Anthony Morrow y Ronny Turiaf.

El plan era sencillo: solo seis jugadores disponibles, no hacer faltas y jugar todos los minutos posibles. Pero la mala fortuna era compañera íntima de los Warriors esa temporada y Chris Hunter se lesionó la rodilla a los cinco minutos de partido. Ya no podría haber ni lesiones ni expulsiones. Pero Devean George cometió la sexta y última falta permitida a cuatro minutos para el fin del partido. Entonces comenzó la locura.

Don Nelson, entrenador de los Warriors por aquel entonces, era conocedor de una norma que dice que si un jugador comete la sexta falta pero el resto están descalificados, se quedará en el partido y se señalará falta técnica. Aludió a que sus tres jugadores suplentes estaban lesionados para que George se mantuviera en la pista, pero los árbitros no accedieron. Tuvo que entrar Chris Hunter -lesionado en el minuto cinco- pero apenas podía caminar. Aun así, los árbitros no dejaron entrar al expulsado George pues los Warriors disponían de dos jugadores vestidos en el banquillo. Turiaf y Morrow entraron menos de diez segundos y, aludiendo a una lesión que tenían de partidos previos, se fueron al vestuario. Entonces George pudo entrar de nuevo y los Warriors jugaron los tres-cuatro minutos restantes sin ningún jugador en el banquillo. Insólito.

Igual de insólito que el juego de los jugadores de Don Nelson. Un rookie Stephen Curry anotó 42 puntos con 13-25 en tiros, 4-6 en triples y 12-12 en tiros libres. Monta Ellis, la estrella de aquel equipo, sumó 34 y los Warriors se impusieron a los Blazers por 122 a 116. Los Blazers donde militaba Rudy Fernández se clasificaron para Play-Offs y los Warriors fueron el tercer peor equipo del Oeste con tan solo 26 victorias, pero nos dejaron un rocambolesco capítulo para la historia de la NBA. He aquí el vídeo que lo demuestra:

1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.

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