Rafa Nadal es uno de los tenistas en activo que más respeto infunde en sus rivales. Ya sea por la garra que demuestra en cada punto, el espíritu de superación, la inigualable mentalidad ganadora o, simplemente, por su imponente físico, el de Manacor asusta, y mucho, cuando salta a la pista. Tanto es así que no sólo tiene el poder de hacer que sus oponentes se desestabilicen a lo largo de un encuentro sino que, en ocasiones, también es capaz de hacer caer hasta al sujeto más inesperado.
Así ocurrió en el último partido que disputó el mallorquín en el Masters 1000 de Canadá, en el que fue derrotado por el joven local Denis Shapovalov. Pero Nadal no fue el único que cayó en este duelo de octavos de final, uno de los cámaras que grababa el calentamiento y los minutos previos al encuentro también sufrió una aparatosa caída.
Y es que, por todos es bien conocido que Nadal, además de por su entrega y su increíble energía, destaca por ser uno de los jugadores con más manías del circuito ATP. A la perfecta colocación de sus botellas en el banquillo se han ido sumando, con los años, algunos detalles como no pisar las líneas cuando retoma el juego o el ya famoso gesto (que Novak Djokovic imitó en uno de sus alardes interpretativos) de ‘sacarse los calzoncillos’ antes de recibir un saque.
Sin embargo, hay una cosa, más bien un movimiento, que siempre ha acompañado al jugador español justo antes de comenzar el calentamiento: el característico sprint de Nadal. Para sorpresa de todos, esta veloz carrera fue la que provocó que el cámara que filmaba al mallorquín tuviera que correr hacia atrás, con tan mala suerte que tropezó con el pie de una de las personas de la organización del torneo y cayó de espaldas. ¿Se asustaría con la fiereza del sprint de Nadal? Juzguen ustedes mismos…
Periodista deportivo. También estudié Comunicación Audiovisual. Actualmente colaboro en @SpheraSports. Antes estuve en @ColpisaDeportes, Grada360 y @EFEdeportes.
